Creció entre las setas de un olivo,
la seta más venenosa del reino,
andaluza sin duda, motivo
absoluto por el que me peino,
motivo pepino del cautivo.
Pino oradado de pisadas,
circuncidado de orografía,
resinas y carnes lubricadas,
perfume fresco mentolado de maría,
proteínas envenenadas inofensivas.
La seta prohibida porta veneno para los hombres,
que los convierte en pecadores
como hizo la manzana a las mujeres,
como hace el hombre con el hombre,
que intoxica lo que no tiene nombre.
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